martes, 29 de junio de 2010

Curso de Derecho de la Función Pública

CURSO DE DERECHO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA
CONMEMORACIÓN A LOS TREINTA AÑOS DE LA
REVISTA DE DERECHO PÚBLICO

CENTRO DE ESTUDIOS DE DERECHO PÚBLICO
UNIVERSIDAD MONTEÁVILA

15 de julio de 2010.
Auditorio principal de la Universidad Monteávila.

Sumario:

Bases constitucionales de la Función Pública en Venezuela
Tomás Arias Castillo
Profesor UNIMET

Los tipos de funcionarios públicos
Edwin Romero
Profesor UCV

Hacia un nuevo concepto de funcionario público en Venezuela
José Ignacio Hernández
Profesor UCV. Director del CEDP UMA

Los sistemas de la Carrera Administrativa en Venezuela
Manuel Rojas Pérez
Profesor UJMV. Sub director Anuario de Derecho Público

El servicio activo de los funcionarios públicos y sus formas
Yaniret Pinedo
Profesora UJMV

El régimen disciplinario en la Ley del Estatuto de la Función Pública
Andrés Troconis Torres
Profesor UCV

El sistema contencioso funcionarial: de la Ley de Carrera Administrativa a la Ley del Estatuto de la Función Pública
Javier Camacho Bruzual
Profesor UJMV

Lugar: Auditorio principal, Universidad Monteávila.

Costo:Estudiantes 70 Bs, profesionales 110 Bs.

Puede pagarse ese costo directamente en la Universidad Monteávila, el día del evento o comunicarse al correo cedpuma@gmail.com

¿Pasticho ideológico o engaño premeditado?

¿Pasticho ideológico o engaño premeditado?

Manuel Rojas Pérez
Publicado en el Correo del Caroní, 28 de junio de 2010

La Asamblea Nacional aprobó en primera discusión la Ley de Comunas. No se pretende comentar ésta Ley la cual, además de inconstitucional, tiene una carga de ridiculez y cursilería que realmente empalaga.

Se quiere referir, más bien, a un término que está en ese proyecto de ley que hace ver el galimatías ideológico que el chavismo tiene.

Dicho proyecto, define al socialismo como “…un modo de relaciones sociales de producción centrado en la convivencia solidaria y la satisfacción de necesidades materiales e intangibles de toda la sociedad, que tiene como base fundamental la recuperación del valor del trabajo como productor de bienes y servicios para satisfacer las necesidades humanas y lograr la suprema felicidad social y el desarrollo humano integral. Para ello es necesario el desarrollo de la propiedad social sobre los factores y medios de producción básicos y estratégicos que permita que todas las familias y los ciudadanos y ciudadanas venezolanos y venezolanas posean, usen y disfruten de su patrimonio o propiedad individual o familiar, y ejerzan el pleno goce de sus derechos económicos, sociales, políticos y culturales”.

¿Usted entiende eso?

Veamos: el concepto habla de un modelo de relaciones sociales de producción, es decir, que la convivencia social se dedica a la producción de bienes y servicios, y no a la vivencia y convivencia. Según este concepto, la base del socialismo es la recuperación del valor trabajo para lograr la felicidad del pueblo –como si los otros sistemas políticos no buscaran lo mismo-. Pero, para ello, se necesita desarrollar la propiedad social, es decir, la contraria a la propiedad privada, para que los ciudadanos puedan hacer uso de su propiedad privada. Es decir, la propiedad social es la forma de obtener la propiedad privada. ¿Complicado verdad?

Una manera más fácil de entender al socialismo es como la definió Felipe González, al señalar que es el modelo que se opone al individualismo exaltando las virtudes de la colaboración y cooperación entre los hombres para lograr un objetivo común, frente a la actitud competitiva que propugna la persecución de los intereses individuales en contra y en competencia con los intereses de los demás. O como decía Alfonso Guerra: lo que persigue un buen socialista es que nadie sea tan rico como para poner a otro de rodillas ni nadie sea tan pobre como para tener que arrodillarse ante otro. Términos sencillos para que todos la entiendan. Sin agendas ocultas.

Pero el chavismo da toda una absurda cantidad de vueltas, señalando que el socialismo busca la consolidación de la propiedad social para asegurarle la propiedad privada. Si la propiedad social y la privada se excluyen, una de dos, o el oficialismo se equivoca, o trata de engañar a sus incautos seguidores. Al final, pareciera que el chavismo está diciendo: nos vamos a agarrar tus propiedades, y no nos importa si nos creíste o no.

Y es que este concepto es un grandísimo engaño. Toda esa ley es una tremenda artimaña. Hacen creer que esta acerca el poder al pueblo, cuando en verdad solo pretender crear un parlamento comunal que le reste funciones a la Asamblea Nacional. Asimismo, si se lee entre líneas, dice a las claras que el gobierno puede ir contra la propiedad privada, aunque de lejos se diga lo contrario.

Como muchos han señalado, lo que dice el chavismo, es signo de que harán exactamente lo contrario. Este es uno de esos casos. Este concepto de socialismo dice al final que busca el sostenimiento de la propiedad privada, pero cuando uno analiza el contenido del concepto, se da cuenta que no hay forma que eso pase, cuando ya la propiedad social ha sido adjudicada.

Una vez más el gobierno se burla de la buena fe del pueblo al que dice representar. Se espera sirva esto como un llamado a abrir los ojos y no dejarnos engañar nuevamente.

Twitter: @rojasperezm

martes, 22 de junio de 2010

El Gobierno está en un Contenedor

EL GOBIERNO ESTÁ EN UN CONTENEDOR

Manuel Rojas Pérez
Publicado en el Correo del Caroní, 21 de junio de 2010

Que clase tiene este gobierno para hacer las cosas mal. En eso son realmente unos fenómenos.

Resulta que el gobierno nacional, después que gritó a los cuatro vientos que se encargaría de certificar la seguridad agroalimentaria, que las empresas privadas son sociedades capitalistas que solo aseguraban el hambre del pueblo y que exclusivamente velaban por sus intereses, ahora deja que la comida por ellos comprada se pudran en unos contenedores frente a los ojos de la gente.

Según la Ley de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria, el Estado tiene la obligación expresa de garantizarle a la población que haya una oferta suficiente de alimentos. Para ello, se presentaban dos opciones: una, el incentivo gubernamental al sector privado, para que este surtiera al pueblo de alimentos o la otra, que el propio Estado se inmiscuyera en el mercado alimentario y procediera este mismo a actuar como empresario para vender el mismo a la colectividad los alimentos.

El gobierno nacional optó por la segunda de las fórmulas: actuar directamente vendiendo los productos, como empresario. Para ello, a través de su empresa PDVAL, el Estado venezolano compró alimentos en el exterior, con dinero de los venezolanos por cierto. Utilizar el mecanismo marxista de entrar directamente al mercado, tratando de ser el único agente económico existente.

Sin embargo, y aquí viene el detalle, en las pasadas semanas se han dado diversas denuncias sobre la existencia de una serie importante de contenedores con comida descompuesta, lo cual ha tenido que ser reconocido por los propios funcionarios chavistas. Comida comprada por PDVAL, es decir, por el gobierno. Comida que debía llegar a las casas, a la gente, al pueblo. El encargado de hacer cumplir la seguridad alimentaria no cumplió su misión.

No estamos hablando de unos cuantos contenedores de comida podrida, sino de miles. Algunos especialistas han dicho que si estos se colocan uno detrás del otro en fila, se haría una larga cola de contenedores que abarcaría la distancia que hay entre Caracas y Valencia.

Hay que señalar que no solo comida podrida se ha conseguido, sino también medicamentos, todos comprados por gobiernos chavistas, como es el caso de las medicinas que se consiguieron en el estado Táchira. Además de ello, el gobierno tuvo la desfachatez de enviar alimentos podridos a Haiti, como misión humanitaria, los cuales tuvieron que ser devueltos para nuestra vergüenza.

En un país serio, hace rato hubiesen sido destituidos el ministro de Alimentación, el presidente de PDVSA por ser el órgano rector de PDVAL, el director de PDVAL, el ministro de Finanzas y el director de CADIVI porque son ellos quienes otorgaron los dólares para hacer esas compras, y quienes pagaron meses y meses de alquiler de contenedores sin saber en donde estaban. En un país serio, el contralor general de la República hubiese iniciado las averiguaciones de rigor. Y un escándalo de ese tamaño, en un país serio, hubiese hecho renunciar al presidente de la República.

Pero lo peor de todo esto ha sido la nefasta respuesta del gobierno. Ante la podredumbre alimentaria, han anunciado que la leche podrida será utilizada para hacer yogurt. Tamaña burla solo es admisible en un Estado arbitrario y totalitario que se sabe irresponsable ante los órganos de justicia. Además de eso, al gobierno no se le ha ocurrido nada mejor que iniciar la cacería contra periodistas, y declarar la guerra, ya frontal, contra Globovisión. El pueblo que merece una respuesta solo ha recibido burlas y patadas.

En verdad, la podredumbre no es de los alimentos, la putrefacción no está el los contenedores, sino en Miraflores. Este es un gobierno absolutamente podrido. Podrido por la corrupción y por la ineficiencia. La moral chavista es la verdaderamente descompuesta.

Al final, si se revisan esos contenedores con cosas podridas, lo que está es el gobierno chavista.

Twitter: @rojasperezm

De nuevo sobre del derecho de opinión: el caso Pancho Pérez

DE NUEVO SOBRE EL DERECHO DE OPINIÓN: EL CASO PANCHO PÉREZ

Manuel Rojas Pérez
Publicado en el Correo del Caroní, 15 de junio de 2010

Ya en estas páginas hemos tratado el tema del derecho y el delito de opinión. El derecho de opinión, que forma parte del derecho a la libertad de expresión, implica la posibilidad de que las personas puedan, de manera abierta y libre, poder fijar posición sobre una situación determinada, sin que exista riesgo de ser perseguido por ello. Así, el derecho a opinar implica no solo el poder expresarse libremente, sino que el Estado debe asegurarle al opinante que no sufrirá retaliaciones por haberse expresado.

Ello se trae a colación a raíz de la aberrante sentencia que condenó al periodista Francisco “Pancho” Pérez a a prisión por tres años y nueve meses, por haber publicado en el diario El Carabobeño del estado Carabobo una serie de denuncias contra el alcalde de Valencia, Edgardo Parra. Pérez, en su columna, había señalado irregularidades en la gestión del alcalde Parra, y este ejerció querella penal contra el periodista. Así, el Juzgado Quinto de Juicio del circuito penal del estado Carabobo, a cargo del juez Alfredo Rojas Toredit, declaró la existencia de injuria en contra del alcalde, y condenó al periodista.

Esta sentencia rompe con la libertad de expresión, además que limita al extremo el ejercicio de la profesión del periodismo. Esta implica fundamentalmente el ejercicio de la expresión libre y sin censura. El periodista trabaja y vive de la opinión. Son funciones propias del mismo, la búsqueda, la preparación y la redacción de noticias, para lo cual, el periodista debe investigar, y hacer público los resultados de su investigación.

Decíamos que la libertad de opinión implica garantizar la no persecución, es decir, no convertir la opinión en un delito. Eso es justamente lo contrario a lo que ha pasado en el caso de Pancho Pérez en Valencia. Un alcalde lo denunció, y un tribunal dictó una sentencia política, solo para congraciarse con el poder chavista de esa localidad.

Tres años y nueve meses le costó a Pancho Pérez hacer su trabajo: informar a los ciudadanos. En vez de meterlo preso, el Estado debió iniciar una investigación urgente sobre los hechos denunciados.

Este juez penal quita la libertad por más de tres años a un profesional solo por hacer su trabajo. En un país democrático serio, a quien ejerce bien su profesión se le premia. Pero en la Venezuela chavista se les apresa.

Nuestro Poder Judicial avergüenza. Las estadísticas indican que prácticamente no hay sentencias en contra de las pretensiones del chavismo, es decir, todo lo que pide el chavismo ante un tribunal es concedido. No solo en materia penal, sino a todo nivel jurisdiccional. En este caso, se hace aun mayor la gravedad del asunto, ya que se juega con la libertad de un ciudadano. Definitivamente, los principios republicanos de respecto a los derechos civiles, por lo menos en Venezuela, han sido olvidados impunemente por el gobierno nacional y sus partidarios locales.

Este caso nos vuelve a llamar a botón. El gobierno nacional está dispuesto a llegar hasta lo último con tal de infundir temor en los ciudadanos, en hacer que nos callemos, que no queramos decir absolutamente nada. El chavismo juega a paralizarnos por el miedo.

Pero ante este imperio del terror que pretende establecer el chavismo, es obligación de todos los venezolanos opinar más y más. Elevar nuestras múltiples voces de protestas. Mientras más gente se queje, más difícil se le hará al chavismo perseguirnos a todos.

P.S: Escribo estas notas sumido en la tristeza, a pocos minutos de enterarme de la muerte del inolvidable Graterolacho. A su memoria dedico este artículo. Si alguien supo ejercer y defender el derecho a opinión, fue él. A su familia, mi mayor abrazo de apoyo. Que falta vas a hacer por aquí Manuel Graterol.

Twitter: @rojasperezm

lunes, 7 de junio de 2010

Disculpen las molestias, estamos trabajando

DISCULPEN LAS MOLESTIAS, ESTAMOS TRABAJANDO

Manuel Rojas Pérez
Publicado en el Correo del Caroní, lunes 7 de junio de 2010

Esta semana que pasó algunos sectores de la oposición democrática hicieron llamados a los candidatos postulados por la Mesa de la Unidad a pronunciarse enérgicamente contra la crisis que el gobierno ha creado en los sectores financiero y alimentario.

Cronistas de la talla de Carlos Raúl Hernández, Alonso Moleiro o Eugenio Martínez, entre otros, llamaron públicamente a los aspirantes a hacer pronunciamientos públicos masivos frente a estos asuntos. No pocos venezolanos se unieron a esas consejas.

Si bien son criterios respetables, no suscribo esa opinión. Particularmente, no comparto la idea que los candidatos de la oposición democrática se encuentren callados o paralizados ante el avance de la descomposición política, social y económica del país. Simplemente, creo que los candidatos están haciendo su trabajo.

Mírese no mucho tiempo atrás. Hace dos años la oposición era un universo disgregado de partidos políticos que, gracias a las acciones de los estudiantes en el 2007 con la reforma constitucional e individualidades políticas en el 2008, trajeron victorias electorales. Pero la oposición, hasta entonces, no era más que eso. Hoy, se conformó la Mesa de Unidad Democrática, que si bien nació como un organismo de coordinación electoral, pareciera que hoy va mucho más allá de eso, hasta el punto de intentar convertirse en una estructura política de largo alcance. Esta mesa logró una unidad perfecta en la postulación de candidatos a diputados nacionales en todo el país. Esto era casi imposible hace un año. Hoy es una realidad.

Y esos candidatos, al contrario de lo que muchos señalaron esta semana, están haciendo su labor. El tema es que nos hemos acostumbrado a que nuestra oposición se esté solo ante los medios de comunicación. Y eso hoy día no es lo que sucede. Los aspirantes de la mesa se encuentran haciendo lo que debió hacerse hace mucho tiempo: activismo político en los sectores donde están sus votantes.

En vez de estarse presentando en televisión, estos han ido tocando puerta por puerta, reuniéndose con los grupos organizados de las comunidades, oyendo a los vecinos, formando cuadros. Es decir, los candidatos de la Mesa de la Unidad se encuentran en la planificación política de manera social. Lo que se conoce como “pateando calle”.

Quizás por ello, a estos candidatos no se les ve tanto en la televisión contestándole al presidente cualquiera de sus berrinches. Porque hoy día hay cosas más importantes que hacer que seguirle el juego a Chávez: el activar políticamente buscando votos, cara a cara.

Dos ejemplos pueden señalarse. En el estado Bolívar, por una parte, vemos a un Andrés Velásquez o a una Pastora Medina, de cabeza con las comunidades, reunidos con los trabajadores de las empresas básicas, y buscando sus votos. O en Caracas, los candidatos de la Unidad como Antonio Ecarri, Richard Blanco, Ramón López, Yván Olivares, Pablo Medina, Oscar Ronderos o Mario Villegas recorren diariamente las calles y barriadas del 23 de enero, de El Valle, de Coche, de Catia, de La Pastora.

Todo esto lleva a otra conclusión: no pueden los candidatos salir corriendo a desmentir o contestar cada pataleta que se le ocurre al presidente. No podemos seguir dejando que sea Chávez quien nos imponga la agenda, ni estar pendientes solo de lo que él diga para inmediatamente salir a responderle. Los periodistas están para informar sobre el desastre que vive Venezuela, los candidatos para buscar votos y garantizar victorias. Nuestros postulados tienen una agenda propia, distinta a la de Chávez: el trabajar políticamente con la gente, como lo vienen haciendo.

En fin, no existe tal silencio por parte de los candidatos de la unidad ni están escondidos. Ahora, quienes esperen verlos sólo por televisión, van a tener que seguir esperando. Porque éstos están en otra cosa más importante y de más llegada.

Ahí están. No están callados. Sólo están trabajando.

Twitter: @rojasperezm

Valentía de Enfermera

VALENTÍA DE ENFERMERA

Manuel Rojas Pérez

Publicado el el Correo del Caroní, 31 de mayo de 2010


Hay acciones del gobierno que descubren su cara más fascista y más oscura. Pero, como hemos ido perdiendo el miedo, cada una de esas acciones represivas del chavismo se encuentra con un muro de dignidad y coraje del pueblo venezolano.

Me refiero específicamente al caso de Laura Vaamonde, Luisa Romero y Dairubis Hernández, enfermeras de la Maternidad Concepción Palacios de Caracas, quienes fueron arrestadas cual delincuentes por la policía de la Alcaldía de Caracas mientras ejercían su derecho a protestar.

El martes 25 de mayo, un grupo importante de enfermeras trabajadoras de dicho hospital se reunieron para protestar, exigiendo fundamentalmente un salario justo, así como la mejora en la infraestructura del hospital, ya que sus condiciones son verdaderamente deplorables.

Pues, a pesar que la protesta laboral es un derecho consagrado constitucionalmente, así como el derecho a la queja enmarcado dentro del también constitucional derecho a la libertad de expresión, la policía de Caracas retuvo a estas tres mujeres, las montó en patrullas, las encerró en los calabozos y las llevó a presentación en tribunales penales dos días después. Mientras tanto, estas tres enfermeras, por solo reclamar por sus derechos, pasaron treinta y seis horas encerradas en un recinto sin ventilación, donde se acumulan los malos olores y los roedores pasaban a su alrededor a cada momento,

Lo peor de todo esto es que, una vez que las presentan, el juez de control les otorgó una libertad condicional con prohibición de acercarse al hospital mientras dure el juicio. Es decir, además de todo, les violan su derecho al trabajo.

Tamaño abuso solo puede ser entendido en el marco de un Estado totalitario, dirigido por un gobierno fascista, que solo acepta la sumisión y la blandenguería, y nunca permite opiniones contrarias.

Estas valientes enfermeras solo ejercieron su derecho a protestar, a reclamar por sus derechos, a exigir que se les pagara un salario acorde con su importante función, porque no solo los militares tienen derecho a un aumento del cuarenta por ciento.

A todas estas, es necesario recordar que, hace más de dos semanas, el presidente Chávez inauguró un ala de la Maternidad Concepción Palacios. Pues bien, a más de dos semanas aún esa zona del hospital no ha sido puesta en funcionamiento por falta de equipos médicos. Por ello, debieron prohibirle acercarse a la Maternidad a su directora, y no a las enfermeras.

Este caso nos hace entender hasta donde es capaz de llegar el chavismo con tal de crear miedo. La función de la policía de Caracas, en este caso por lo menos, no fue otra que la de infundir temor en las valientes enfermeras que ahí reclamaban por sus derechos. El meta mensaje que quiso enviarse a las enfermeras que protestaban, con el arresto de sus tres compañeras, fue que las próximas serían ellas, que mejor se quedaran calladas.

Claro, una vez más le salió el tiro por la culata al chavismo. Apenas fueron liberadas de manera condicional, estas declararon que seguirían en la lucha. Particularmente, la aguerrida Laura Vaamonde señaló que no la callarían, que desde cualquier trinchera seguiría denunciando las tropelías que la administración chavista cometía en la Maternidad Concepción Palacios.

Cada vez que el gobierno muestra su cara facha, se le planta un contingente de dignidad y valentía al frente. Eso debe tener al gobierno, por lo menos preocupado, ya que el pueblo, a quien dijeron defender y representar, se ha dado cuenta que los que hoy detentan el poder nacional solo están ahí para mantenerse en sus cargos por toda la eternidad, a costa de apresar a quien sea necesario y violar derechos humanos. En fin, a costa de hacer lo que juraron no hacer.

Laura Vaamonde, Luisa Romero y Dairubis Hernández nos reconcilian con el deseo de seguir peleando para recuperar a Venezuela. Su causa debe ser la nuestra. Debemos hacer propia su lucha. Así como decimos todos somos Polar, deberíamos decir todos somos Laura Vaamonde, Luisa Romero y Dairubis Hernández.

Twitter: @rojasperezm